INFO ERIC

Después de los años setenta, todos estamos, unos más otros menos, acostumbrados a una economía doméstica más sensata y a una política de ahorro energético. Por ejemplo, si aislamos nuestras casas, mantenemos a raya a la OPEP. Además ahorramos tanto dinero en las facturas de energía, que las inversiones se recuperan en dos o tres años y después además se obtienen beneficios.

Pero no se tiene en cuenta el medio ambiente. Como resultado, muchos norteamericanos no tienen ninguna idea de si importa ecológicamente ahorrar energía o agua. ¿Tiene algún impacto en un entorno deteriorado aislar las ventanas?, la respuesta es un sí rotundo.

Si se quema menos carbón, petróleo o madera habrá menos dióxido de carbono y otros gases que generan el efecto invernadero en la atmósfera y el avance del calentamiento global disminuirá.

Si no es necesario quemar tanto carbón en las centrales térmicas, habrá menos lluvia ácida, menos minería a cielo abierto y menos contaminación atmosférica.

Si consumimos menos electricidad, habrá menos residuos nucleares, menos restos de la minería del uranio expuestos en las minas, menos necesidad de construir centrales nucleares y menos posibilidad de que vuelva a ocurrir otro Chernobyl.

Menos gasolina quiere decir menos contaminación atmosférica y menos gases de efecto invernadero.

No olvideis que se pueden lavar las bolsas de plástico y reutilizarlas.

Asimismo, ahorrar agua no es solamente una cosa que se debe hacer durante las sequías, cuando escasea. Cada gota de agua que se despilfarra es una gota menos de un río o un lago.

El ahorro de agua reduce también la cantidad de sustancias químicas y energía usadas en el tratamiento del agua y de las aguas residuales. Se reduce también la cantidad de energía necesaria para llevar el agua a un hogar y en la energía para calentarla. Y esto es muy importante ya que el calentamiento del agua ocupa el segundo lugar en el empleo de energía doméstica.

Las cosas pequeñas también cuentan. La tarea hercúlea de modificar nuestro estilo de vida para que vuelva a estar en equilibrio con la Tierra ya no es algo imposible cuando se reduce a parcelas menores de influencia que cada uno de nosotros tenemos al alcance de la mano. La bombilla de bajo consumo, los cabezales de ducha de bajo consumo, el electrodoméstico eficaz en el consumo de electricidad... todos representan esfuerzos valiosos y conscientes para reducir el impacto que el ser humano tiene sobre el planeta.